Los críticos dicen que la nueva prueba es más difícil para los estudiantes de inglés. Presenta preguntas más matizadas y destaca cuestiones como los derechos de los estados y la Guerra de Vietnam.
La administración de Donald Trump está implementando cambios radicales en el examen que los inmigrantes deben tomar para convertirse en ciudadanos de EE. UU., inyectándole indicios de filosofía conservadora y haciéndolo más difícil para muchos estudiantes del idioma inglés.
La nueva prueba de ciudadanía que entró en vigor el martes es más larga que antes y ahora se requiere que los solicitantes respondan correctamente 12 de 20 preguntas, en lugar de seis de 10. También es más compleja, pues elimina la geografía y agrega docenas de preguntas posibles, algunas frases matizadas o complejas que podrían hacer tropezar a los solicitantes que no las consideren detenidamente.
De las 18 preguntas eliminadas de la prueba anterior, 11 eran preguntas que tenían respuestas simples, a veces de una palabra.
La nueva prueba agrega un obstáculo más para los inmigrantes que esperan convertirse en ciudadanos con derecho a voto, en los últimos días de una administración que ha impuesto nuevas barreras sustanciales a la inmigración, y límites a la capacidad de quienes ya están en el país para aspirar a la residencia legal y, eventualmente, naturalización.
Una pregunta de prueba que ha atraído un escrutinio particular proporciona una nueva respuesta a la pregunta: “¿A quién representa un senador de EE. UU.?”. Anteriormente, la respuesta era a “toda la gente del estado”; en la nueva prueba la respuesta es: a los “ciudadanos” en el estado
Otra nueva pregunta: “¿Por qué Estados Unidos entró en la guerra de Vietnam?”, tiene una respuesta que se considera correcta: “detener la propagación del comunismo”. La prueba no aborda el tema de las protestas o el enorme número de muertos derivados de la guerra.
Las organizaciones de inmigrantes, incluidas algunas que han ayudado a miles de personas a completar sus solicitudes de naturalización durante la última década, advierten que la nueva prueba podría dificultar que los inmigrantes de países de habla no inglesa se conviertan en ciudadanos y, en última instancia, suprima el número de inmigrantes para votar.
Los críticos también dijeron que la nueva prueba podría crear aún más retrasos en un sistema que ya está plagado de obstáculos.
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